¡Hola!
Hoy te traigo una reflexión sobre lo que nos puede cambiar estar en una relación en la que no nos sintamos segur@s.
A veces pasa, que entramos en una relación que destapa todas nuestras inseguridades, todas las heriditas que teníamos de la infancia o de otros momentos vitales. Una relación en la que falta seguridad y por tanto salen nuestros peores demonios.
En estos momentos, puede salir a la luz un patrón de apego inseguro, hoy te voy a hablar concretamente del APEGO ANSIOSO Y CÓMO SE RELACIONA CON TERMINAR EN UNA RELACIÓN DE DEPENDENCIA EMOCIONAL. Donde al no estar tranquil@, en paz, sintiéndote querid@ por lo que eres, aparece toda tu inseguridad.
Aparece el niño o la niña que tod@s llevamos dentro, es@ tú pequeñit@ que solo quiere amor y que la cuiden (porque sí, eso es lo que queremos todas las personas). Y desde ahí empiezas a comportarte de formas que, el adulto o la adulta que eres hoy, no comprende ni comparte.
Aparece la necesidad constante de validación, esa necesidad de que la otra persona te valide desde fuera, gustarle al otro, necesitas reconfirmar una y otra vez que la otra persona está ahí, que te quiere, que eres importante, que eres válida y suficiente. Que si no te quiere la otra persona, parece que tú no te puedes querer.
También aparece el miedo al abandono, si te quiero a través de los ojos de la otra persona y te deja, ¿quién te mira a ti? Es como si de alguna manera tú mism@ desaparecieras. Cuando existe este miedo, se multiplican las conductas de comprobación para saber que la otra persona está ahí, que te quiere y que no se va a ir. Necesitas estar constantemente con el otro porque si no, crees que no volverá.
Y claro, inevitablemente esto lleva a la dificultad a la hora de poner límites, empiezas a no ser capaz de expresar tus propias necesidades y deseos, cuando están en desacuerdo con las de la otra persona. Porque te entra muchísimo miedo a que la otra persona diga “pues ya no me interesas” y se vaya. Y con el miedo brutal al abandono que tienes no te puedes permitir que te diga eso. Así que te pones una venda en los ojos y sigues para adelante, cada vez siendo menos tú mism@ y fusionándose más con el otro, con tal de no perderle.
Esta es la siguiente clave, la fusión. Como ya solo te ves a través de sus ojos y necesitas que se quede a toda costa, pasas hasta por encima de ti misma. Te pierdes a ti misma en lo que la otra persona espera de ti, te vas perdiendo poco a poco en la mirada del otro y va desapareciendo tu verdadera esencia. Pierdes tu propia identidad y te centras únicamente en que la relación funcione.
Lo que lleva a la dependencia emocional. Ya estás necesitando validarte a través de la otra persona, no pones límites por miedo a que la otra persona se vaya, la relación y que el otro se quede empieza a ser más importante que tu propia vida, por lo que dejas de poner límites y te fusionas con la otra persona. Desde aquí te sientes incapaz de manejar tus propias emociones y tomar tus propias decisiones, dependes demasiado de la otra persona para sentirte bien contigo. La otra persona tiene el poder por lo que te sientes más pequeñ@.
Ten en cuenta, que aunque no identifiques todo esto desde la cabeza, el cuerpo expresa antes y da la voz de alarma de que algo no va bien. Sabes que estás en un lugar en el que no te sientes segur@ porque no puedes respirar, no puedes ser tú, no eres tan natural como cuando te sientes en tu lugar segur@ y cada vez te sientes más chiquitit@.
Y dirás, ¿entonces si no me siento segur@ por qué me mantengo ahí? Puede ser por mil razones, pero lo más importante para preguntarnos es...
¿PUEDO CAMBIAR ESTE PATRÓN DE RELACIÓN? LA RESPUESTA ES UN ROTUNDO SÍ.
Con el trabajo terapéutico puedes darte cuenta de qué patrones estás adquiriendo. Puedes aprender a ver lo que mereces realmente en una relación, aprender a validarte sin necesidad de la validación externa, puedes aprender a no tener miedo al abandono porque te tienes a ti, y por consiguiente puedes aprender a poner límites, a ser tú y a decidir desde ahí lo que quieres en tu propia vida.
Si te ha resonado y crees que podría venirte bien trabajar sobre ello pide una primera valoración gratuita de 15 minutos y veremos en qué puedo ayudarte.
Con cariño y esperanza,
AGG Psicología, tu lugar de autocuidado.
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