¡Hola!
Después de la gran acogida de la carta de la semana pasada, me paso por aquí de nuevo para hablarte de algo extraordinario la capacidad de transformar nuestro estilo de apego.
Como te contaba en la primera carta, nuestras experiencias durante la infancia, sobre todo con nuestr@s cuidador@s principales influyen de forma muy significativa en el estilo de apego.
PERO ESTO NO DETERMINA CÓMO VAS A SER EL RESTO DE TU VIDA
Uno de los factores clave para que el estilo de apego vaya cambiando son las relaciones adultas profundas. Pueden ser relaciones de amistad o de pareja, en las que las que podemos aprender nuevos patrones de relación. Claro… esto tiene la doble cara de que podemos aprenderlas en las dos vertientes, a generar patrones más seguros o más inseguros. En psicología decimos mucho lo de que “las relaciones curan, pero también enloquecen”.
¿Qué diferentes situaciones podemos encontrar?
Por ejemplo, si eres una persona que aprendiste un estilo de apego ansioso en la infancia, en la vida adulta puedes tener relaciones en las que puedas ser tú mism@, en las que no tengas miedo a que la otra persona te juzgue, ni se vaya y que podáis expresar aquello que sentís. Esto va generando nuevas conexiones nerviosas que hace que tu cerebro vaya relajándose y aprendiendo a confiar y a crear vínculos seguros, aunque vinieses de otro lugar. El construir relaciones de apego seguro ya de adult@s se ha relacionado incluso con que aumentan la sensación de valía y autoconfianza.
Pero claro, también puede ocurrir que tu base desde la infancia a través de tus cuidador@s principales, fuese de apego seguro, pero que hayas tenido experiencias con otras personas que hayan ido haciendo que te relaciones de forma más insegura. Por ejemplo, hay personas que han vivido experiencias de bullying en el colegio o en el instituto o incluso en la universidad, o situaciones de moovig en el trabajo. Esto también puede hacer que los cimientos se tambaleen y se creen heridas de traición o abandono y se pueda generar cierto patrón de apego ansioso.
Es verdad que es menos duro poder procesar estas experiencias si la base de apego era segura, porque esas redes neuronales están formadas para que pienses “vale, me han hecho esto, pero hay otras personas que están de forma incondicional". También puede ocurrir que la base de apego fuera insegura, ya desde tus cuidador@s principales y esto se sume a situaciones que refuerzan este estilo de apego inseguro tuyo.
Es verdad que no solo tienen por qué ser eventos que veamos “objetivamente negativos” como los que he contado. Sino que también ante eventos significativos tu estilo de apego pueda cambiar. Por ejemplo en terapia he visto cómo puede cambiar cuando las personas se casan, tienen hij@s, se divorcian, tienen una pérdida importante, se den cambios en la vida laboral… Puede parecer que una cosa no tiene relación con la otra pero esa sensación de seguridad-inseguridad puede ir variando.
DIFERENTES VIVENCIAS PUEDEN HACER QUE LOS CIMIENTOS SE TAMBALEEN Y CAMBIE LA FORMA EN LA QUE PERCIBIMOS LA INTIMIDAD, LA CONFIANZA Y LA INDEPENDENCIA EN LAS RELACIONES. PARA UNO U OTRO LADO.
Cada persona lleva consigo una historia única, con experiencias que han moldeado nuestra visión del mundo y de las relaciones. Pero así como el pasado puede haber dejado sus huellas, también tenemos el poder de reescribir nuestro presente y futuro. Podemos desafiar los patrones de apego que nos limitan y trabajar para cultivar relaciones más saludables y significativas.
A través de la introspección y el trabajo personal pueden cambiar estos estilos de apego. A través de la terapia que realizo, podrás comprender tus patrones de apego, entender de dónde vienen, qué creencias tienes arraigadas sobre las personas y el mundo, por qué te sientes como lo haces con tu entorno, cuáles son tus formas de protección y tus máscaras. Podrás aprender nuevas habilidades para regular tus emociones, a establecer límites saludables y a comunicarte de forma afectiva.
Somos seres sociales, y como tales necesitamos al resto de personas, por mucho que a veces nos gustaría irnos a una isla desierta. Por eso, cuando comprendes cuáles son tus heridas, de dónde vienen y cómo afectan en el presente, sientes una especie de liberación. Las emociones y las creencias se colocan, parece que todo encaja y puedes empezar a actuar de forma diferente con tu entorno.
¿Quieres empezar a comprender mejor tus patrones de apego? ¿Quieres ver qué puedes cambiar? ¿Quieres una vida llena de conexiones genuinas y en las que te sientas segur@?
Si te ha resonado y crees que podría venirte bien trabajar sobre ello pide una primera valoración gratuita de 15 minutos y veremos en qué puedo ayudarte.
Con cariño y esperanza,
AGG Psicología, tu lugar de autocuidado.
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